Cicero,
junio de 2012
Queridos niños:
Algunas personas piensan que los
maestros enseñamos y los alumnos aprenden, pero lo cierto es que nosotros hemos
compartido letras y números, problemas problemáticos, preguntas de
investigación, juegos y canciones y a través de este compartir hemos crecido
juntos. Por cuatro años de aventuras y por todas las veces que me habéis
llamado “mamá, uy, Mariasun”, puedo hablar de vosotros como mis hijos del cole.
Me
siento privilegiada de haberos tenido como alumnos, de haber vivido con
vosotros momentos cruciales en mi vida. Por suerte, o por desgracia, se ha
creado un vínculo muy especial así que no me puedo despedir. La profe
“ponedeberes” seguirá aquí para reñiros si alborotáis por los pasillos, para echaros la charla si sacáis malas notas,…pero
sobre todo para que acudáis a mí siempre que lo deseéis, hayan pasado dos o
veinte años. Sabéis dónde encontrarme, en la segunda casa de los niños.
Me
gustaría que llevaseis a la práctica lo que os conté del espejo, y que el
espejo refleje lo mejor de cada persona. Que recordéis que con esfuerzo y con
ilusión se consigue casi todo en la vida. Y ahora….¡a volar!
Os
quiere.
Mariasun
2 comentarios:
¡Qué bonito!
Esto es ser una gran profe y una gran persona.
Mi familia y yo te deseamos que pases un feliz verano, que te lo mereces.
Muchas gracias por todo, ha sido un placer tenerte estos cuatro años como maestra.
Alejandro.
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