Hormitrabajadora y Tortuguina se sientan, como siempre, en la misma mesa del comerdor. En el menú había de primer plato patatas a la riojana, de segundo filete de ternera con lechuga y de postre manzana. Las patatas poco cocidas, el filete duro como una piedra...así que a Hormitrabajadora se le cayó un diente.
Salieron al patio y muy contenta con su diente en la mano se lo iba enseñando a todos sus compañeros de clase. De repente se le cayó de la mano al suelo, como no le encontraba pidió ayuda a todos para buscarlo.
Tocó el timbre y se tuvieron que subir a clase sin que el diente apareciera.
Hormitrabajadora estuvo toda la tarde pensando en su diente. A la salida de clase, Tortuguina la ayudó a buscarlo. Como no aparecía y Hormitrabajadora estaba muy triste, Tortuguina le propuso escribir una nota al Ratoncito Pérez explicándole lo sucedido. Se fueron las dos a clase de Hormitrabajadora a escribir la carta y esa noche la colocó debajo de la almohada.
El Ratoncito Pérez le dejó un billete de cinco euros.
A la mañana siguiente, en el patio estaba esperando Tortuguina muy contenta porque los compañeros de clase habían encontrado el diente la tarde anterior ya que se quedaron hasta muy tarde buscándolo para darle la sorpresa a Hormitrabajadora.
Se alegró tanto con la noticia que a la salida de clase cruzó la carretera, entró en la tienda de chuches y se gastó los cinco euros para invitar a todos los compañeros.
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