Estaban Mariposa y Purpurina muy contentas en la playa y, de repente,... un aguilucho enorme las cogió y gritaron a coro: ¡¡Socorro, socorro!! ¡¡Ayuda, ayuda!! Y no podían volar porque las alas estaban llenas de petróleo y el águila se fue a por comida para sus pollitos y batieron las alas muy rápido y el petróleo se les quitó y salieron volando hacia sus casas.
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